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Si eres una de esas personas que se preocupa por el agotamiento de los recursos naturales de nuestro planeta y quieres

Nos encanta la combinación de lo tradicional, la sostenibilidad y la modernidad. 

Y es por eso que nos enamoramos de la yurta. 

Son conocidas por ser construcciones redondas y que parecen ser sacadas de un cuento. Son originarias de Asia Central y utilizadas durante siglos por las culturas nómadas de Mongolia y las estepas de Kazajistán, hoy las yurtas no solo se asocian con la vida nómada, sino que han encontrado un espacio en el diseño ecológico y las alternativas sostenibles de vivienda.

Como en Creative hablamos mucho en nuestras redes sociales y en nuestro día a día sobre este tipo de construcción, queremos compartir un poco con vosotros su historia y sus curiosidades. 

¿Qué es una Yurta?

Una yurta es una vivienda portátil y desmontable con estructura circular, tradicionalmente construida con madera y tela, aunque hoy en día pueden encontrarse en materiales más modernos como el vinilo o el aislamiento ecológico. Su diseño se caracteriza por un armazón de madera flexible que sostiene una cubierta hecha de fieltro o lona, que puede resistir el viento, la lluvia e incluso el frío extremo.

Estas viviendas fueron diseñadas para ser transportadas fácilmente por las tribus nómadas, permitiendo el movimiento constante en busca de mejores pastos para sus rebaños. Además, gracias a su forma circular, las yurtas resisten vientos fuertes y proporcionan un entorno cálido y acogedor incluso en climas rigurosos.

Historia y evolución de la Yurta

La historia de la yurta se remonta a más de 3.000 años, principalmente asociada con las tribus de Mongolia y otros pueblos nómadas de Asia Central. Durante siglos, estos grupos dependían de la yurta no solo como un refugio, sino como un símbolo de conexión con la naturaleza y su entorno.

A lo largo de los años, las yurtas han evolucionado en su construcción. Las yurtas tradicionales, llamadas ger en Mongolia, se construyen con un marco de madera que se cubre con capas de fieltro, hechas a partir de lana de oveja. Esta combinación de materiales permite que la estructura sea ligera y al mismo tiempo resistente a condiciones climáticas extremas.

En tiempos modernos, este tipo de vivienda ha despertado interés por su enfoque hacia la simplicidad, el minimalismo y la sostenibilidad. Cada vez más personas recurren a las yurtas como viviendas permanentes o temporales, ya sea en zonas rurales, ecovillas o como refugios vacacionales. El concepto de la tiny house o casas pequeñas también ha sido influenciado por la yurta, gracias a su fácil construcción y capacidad para aprovechar al máximo el espacio disponible.

Yurtas en la arquitectura moderna y sostenible, de lo tradicional a la modernidad. 

Con la creciente conciencia sobre la necesidad de construcciones sostenibles y ecológicas, la yurta ha resurgido como una opción viable para aquellos que buscan vivir en armonía con el medio ambiente. Al estar fabricadas con materiales naturales y ser altamente eficientes energéticamente, las yurtas representan una alternativa sostenible frente a las viviendas convencionales.

Además, la circularidad de su diseño promueve una mejor distribución del calor y la ventilación natural, lo que significa que requieren menos energía para mantenerse cómodas en diferentes estaciones del año. Algunas de las yurtas modernas están equipadas con paneles solares, sistemas de recogida de agua de lluvia y estufas eficientes, lo que refuerza su carácter ecológico.

¿Por qué optar por una Yurta?

Puede parecer que que vivir en una yurta es un regreso al pasado, esta vivienda tradicional ofrece varios beneficios que la hacen relevante hoy en día:

  1. Conexión con la naturaleza: Al ser una estructura portátil, las yurtas permiten vivir en entornos naturales sin afectar de forma significativa el paisaje. Son ideales para aquellos que buscan una vida más simple y cercana a la tierra. 
  2. Sostenibilidad: Con materiales naturales y un bajo impacto ecológico, las yurtas promueven un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente. (Este es el beneficio que más nos gusta) 
  3. Versatilidad: Las yurtas pueden ser utilizadas para múltiples propósitos: desde viviendas permanentes, casas de vacaciones, hasta estudios, salones o espacios de meditación.
  4. Comodidad en climas extremos: Gracias a su diseño eficiente, las yurtas son increíblemente acogedoras incluso en los climas más duros, siendo la combinación perfecta de tradición y modernidad.
  5. Coste y tiempo: Construir una yurta es más rápido y económico que una casa convencional. Muchas personas optan por comprar kits de yurtas, que pueden ser armados en cuestión de días.

Más allá de su encanto exótico, las yurtas representan una forma de vida simple, consciente y en armonía con el entorno natural. En un mundo donde la sostenibilidad y el minimalismo coge más consciencia, llas yurtas ofrecen una solución atractiva para quienes buscan reducir su huella ambiental sin renunciar a la comodidad. 

Ya sea que te atraiga la idea de vivir en una yurta o simplemente desees experimentar una estancia diferente, este tipo de vivienda ancestral sigue siendo una inspiración para arquitectos, ecologistas y aventureros por igual. La yurta nos recuerda que, a veces, las respuestas más innovadoras vienen de mirar al pasado.

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